miércoles, 17 de diciembre de 2008

CONSTRUYENDO EL CAMINO

La rabia del tajo
hace levitar los colmillos alados
directos a devorar el fruto,
tras pensamientos disfrazados
que a su eden rinden culto.

Mientras en las nubes pasajeras
la vida sale al encuentro;
y la furia ya perfora,
la piedra que tiene dentro.

Muros de miedo
no alcanzan la vista de los ojos.
Y escudos de papel
tienden las vendas al cielo.

Ahora poniendo el mantel;
hoy comeran menos.

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